Por: Andrea Carolina Gabanzo Montoya.
Parece una sola ciudad. Ciudad de encanto donde el revolotear de la palomas se mezcla con el sonido de la brisa, donde se esconden el pasado y y la actualidad a muchos van a visitar ese punto gótico y de religiosidad que esta en su iglesia, pero más que eso es la disputa de miles de personas que se rebuscan el pan de cada día.
Así es como Lourdes se ha convertido en la zona de acción para muchos de los vendedores de minutos en toda la ciudad, es increíble ver como en cada esquina de ella hay de tres a cuatro personas buscando la mejor oferta para atraer clientes.
“minutos a 300, minutos a 200, minutos a 150” cada uno a gritos va ofreciendo, convirtiéndose en una sola voz “cada uno ofrece lo que mejor crea, pero de acuerdo al precio del otro cambia la tarifa sino paila, sin clientes” dice pedro, quien hace dos años vende minutos en Lourdes.
Pero eso no es todo, en algunas ocasiones la temperatura de las ventas sube, según cuenta pedro, todos son como una sucursal y se ponen de acuerdo para
Fijar tarifas, pero llegan personas de otras zonas o con otras conexiones que ponen los minutos más baratos y eso es deshonesto ya que si se fija algo es para no romperlo eso no favorece a nadie, esas personas suelen tener celulares de policías –agregó- entonces nadie se puede meter con ellos por que los mismos policías vienen a formar problemas hasta llegar a quitar los equipos.
“Así que en algunas ocasiones es mejor callar y buscar sus propios clientes o simplemente se forma” Dice pedro.
Así es Lourdes, una zona en donde muchos van a recordar, a pasar una tarde tranquila y otros a buscar el trabajo diario, el sustento de sus familias convirtiéndola en una parte más del rebusque y el comercio bogotano.
imagen tomada de http://www.google.com%20lourdes/-bogotaIglesia de Nuestra Señora de Lourdes Bes.wikipedia.org
Cronica por Andrea Carolina Gabanzo Montoya. Cuarto semestre; géneros periodisticos ;profesor Diego Herrera
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